miércoles, 4 de enero de 2012

Eh?

Cómo carajo es que puede doler TANTO?

domingo, 1 de enero de 2012

Una historia triste

Estaba este tipo al que yo lastime mucho.
Estaba este tipo al que yo descuide bastante.
Estaba este tipo que me amaba con todo.

Estaba este tipo al que yo amo pero que ya se fue.

Estaba, entonces, este tipo al que me cansé de descuidar y ahora no está y el vacío duele! y mierda que duele! No podrían creer lo que puede llegar a doler el vacío.
No se parece a nada que uno pudiera llegar a sentir o a leer o a ver en otro lado. Es como un hueco, un agujero en el alma que te hace mella todo el puto tiempo, es como una herida invisible en el pecho pero sin la parte de que haya una herida y entonces ni siquiera sabes por dónde empezar a curarte.


Es como un vacío enorme adentro tuyo, como si tuvieras, literalmente, un hueco en el alma, y claro que sabés que es un hueco, y claro que sabés que es en el alma porque todas las noches te tenés que agarrar bien fuerte de la almohada para no caerte. Porque todos los días tenés que aferrarte muy bien al mundo para no bajarte.

Estaba, entonces, este tipo que se fue y que el año nuevo no trajo y que duele en el cuerpo, en el pecho y en el alma; y afuera el sol vuelve a salir y una se pregunta cómo mierda es posible que el mundo siga girando.

Estaba este tipo al que extraño horrores que me partió en dos el alma. Y acá están las partes.

Y cuando uno no está entero vuelve a casa. Y eso hago. Vuelvo a casa. No a curarme. A esconderme debajo de mí cama mientras se me caen todas las lágrimas que con esfuerzo le escondo al resto del mundo.

Te extraño. Un mundo.